![]() Un equipo de trabajo es un espacio lleno de oportunidades, muchas veces inexploradas, muchas veces sofocadas. Y es que en general, cuando tenemos la función de “conducir”, desconfiamos de que suceda lo que “aún no sabemos si sucederá”. ¿Cuánto estamos dispuestos a perder? ¿Cuánto estamos dispuestos a soltar? ¿Cuánto somos capaces de arriesgar? En general bastante poco. No confiamos demasiado porque necesitamos controlar los riesgos y predecir resultados. Pasamos poco tiempo pensando de qué se trata lo que hacemos, con qué nos estamos comprometiendo, y mucho, pero mucho tiempo, calculando cómo ajustar la maquinaria de lo que debe suceder y previniendo desvíos. Pero si hay algo que tienen de bueno las personas, es su capacidad de sorprendernos. Su capacidad de dar mucho más de lo que somos capaces de imaginar. Eso es un equipo. El lugar en donde el otro me sorprende y potencia mis resultados, mientras yo sostengo los de él. Se trata de sostener, de escuchar, de estar presentes , de clarificar día a día el objetivo y de imaginarnos juntos cómo es ese resultado que estamos buscando. El fin de 2016 me encuentra gestionando el espacio de un equipo increíble, de personas que vienen a trabajar sonriendo y no se conforman con poco. Gracias a ellas este año pude experimentar que es posible (y altamente recomendable) liderar desde la confianza. Les dejo algunos tips para que ustedes también disfruten de la magia:
0 Comments
Leave a Reply. |
Marta bendomirreflexiones y aportes entradas
December 2019
Categorias |